Hay, de hecho, al menos dos hipótesis. Su loro puede estar inquieto, desconfiado, incluso aterrorizado y este miedo se traduce en una hipertimidez. Por lo tanto, se queda escondido en el fondo de su jaula. Es imposible acercársele, ya que todo intento termina en gritos de terror y en agitar las alas para intentar huir.
Pero este miedo puede también traducirse en comportamientos agresivos, con tentativas de mordeduras, especialmente si se trata de un pájaro más bien dominante, cualquiera que sea el sexo. No crea que una hembra, por ejemplo, será más suave, ya que esto no es un principio formal, ¡muy lejos de eso!
En todos los casos, es absolutamente indispensable proceder con una inmensa suavidad. Vea este video:
Los puntos clave de este video
¡Todos somos monstruos en potencia para un loro salvaje!
Todos sus gestos deben ser extremadamente lentos, como a cámara lenta.
El menor movimiento brusco le hará perder mucho tiempo y le obligará a volver atrás.
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